La seguridad es algo que no tiene precio. Porque el sentimiento de seguridad es un factor fundamental para poder desempeñarnos al cien por cien en nuestro día a día, y lo más importante sin miedo. En ocasiones, hay personas que pensamos que pueden herirnos o lugares que no se ven seguros. Para esos momentos difíciles existe una fácil solución: un escolta privado.
Un escolta privado es aquel que se encarga de proteger y velar por la seguridad de sus clientes. Un ángel de la guarda. Muchas personas compartimos el afán de cuidar y proteger a nuestros seres queridos. Estar siempre a su lado para que no les suceda nada malo se convierte en una prioridad.
Por todo ello, formarse como escolta privado es la salida laboral idónea para todas aquellas personas que comparten estas características. Realízate trabajando en lo que más te gusta.
Funciones
La principal responsabilidad de un escolta privado radica en el acompañamiento de determinada persona o grupo específico, que conlleva el intrínseco acto de protección y defensa del cliente en cuestión. El objetivo prioritario del escolta es evitar que la persona a la que se está velando por su seguridad, sea objeto de agresiones o actos delictivos.
Es importante mantener un sobrio criterio a la hora de desempeñar este cargo, ya que la defensa y protección ofrecida debe hacer referencia únicamente cuando la vida e integridad física y libertad del protegido corre verdadero riesgo.
Dentro de sus competencias, un escolta privado no podrá realizar identificaciones o detenciones, ni impedir o restringir la libre circulación salvo que sea estrictamente necesario como consecuencia de un ataque o intento deliberado de ataque contra la persona protegida o contra el propio escolta. En caso de darse esta situación, el escolta deberá poner inmediatamente al detenido a disposición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Requisitos
- Estar en disposición de un certificado válido como vigilante de seguridad
- Encontrarse en óptimo estado físico para superar las pruebas prácticas
- Ser mayor de 18 años
- Disponer de la nacionalidad española, Tarjeta Comunitaria o pertenecer a algún país de la Unión Europea
- Medir más de 1,70 metros para los hombres y más de 1,65 para mujeres
- No tener antecedentes penales dolosos